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Existe una palabra de origen Japonés que me encanta, bella por si misma y por su significado, esa palabra es “Nankurunaisa” y su significado es:
“Nunca olvides quien eres y vive por hoy y por el mañana, que jamás se te olvide sonreír. Por terrible que haya sido tu día recuerda que el próximo día el sol te recibirá con una gran sonrisa, tú haz lo mismo”

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Tailandia

TAILANDIA

El Pais de las Sonrisas.

Como ya comento en mi biografia, el nombre de Nirvana Viatges nació durante un viaje a Tailandia.

 

La magia del destino, las emociones y sensaciones que estábamos viviendo, así como el conocer de primera mano la religión Budista, nos hizo decidirnos por Nirvana Viatges.

 

El nombre le daba sentido al momento y al lugar donde estábamos. Tenía que estar siempre presente, prevalecer en nosotros y recordar ese viaje como el principio del resto de nuestras vidas.

Así ha sido.

 

Por eso y por mucho más, este destino es muy especial para mi

Bangkok, con su trafico caótico, sus puestos callejeros, sus tiendas de souvenirs, sus miles de restaurantes de comida internacional y su esplendida riqueza arquitectónica, una metrópoli que no te dejara indiferente.

 

Templos milenarios, modernos edificios y barrios humildes.

 

Un paseo en Tuk Tuk

No dejes de subir en Tuk Tuk, es toda una aventura, pero no te dejes engañar, en Bangkok son muy pillos, fué una anécdota divertida pero nos engañaron como a chinos.

 

Queríamos ir a visitar «Khaosan Road»,  también conocida como la Calle de los Mochileros. Su ubicación, en la parte opuesta a donde nos alojábamos, nos hizo decidirnos por tomar un taxi, varios taxistas insistían en llevarnos al puerto fluvial pues decían que había «Traffic Jam», atascos, hay un servicio publico de transporte fluvial, pero no era lo que queríamos.

 

Decidimos cambiar de estrategia y tomar un Tuk Tuk, la respuesta fué la misma, «Traffic Jam», nos decía, y nos ofreció llevarnos al puerto por muy poco dinero, al ver que todos comentaban lo mismo, decidimos aceptar.

 

Subimos al Tuk Tuk y empezó la aventura, pitidos, voces y adelantamientos al limite, ellos lo tienen controlado, pero para nosotros era algo nuevo, una forma caótica de circular, es «SU» forma de circular, lo dicho, fué toda una aventura.

 

Seguidamente entramos en una especie de zona industrial, tras varios giros y vueltas por la misma, llegamos al puerto dejando atrás el laberintico polígono.

 

Cual fue nuestra sorpresa, cuando al llegar a las taquillas para comprar el billete, no se trataba de la zona desde donde salía el transporte público, el muy «cabrito» nos había llevado a un punto desde donde salían visitas guiadas en barco por el Río Chao Phraya y, antes de que nos diésemos cuenta, se había largado con el Tuk Tuk quemando rueda, ja ja, fijo que tenía comisión por cada turista pardillo, como nosotros, que llevaba allí.

 

La verdad es que ni nos habíamos planteado el hacer semejante tour por el rio, por otro lado, la opción de volver caminando a traves de tal laberinto no era para nada atrayente, así que finalmente negociamos para que el barco nos dejase en un punto concreto, junto al Palacio Real, desde allí hay un agradable paseo hasta nuestro destino.

 

La broma nos costó 1.000 Bats, aproximadamente 25 € al cambio, mientras que el servicio publico de transporte cuesta aproximadamente 1 € por persona.

 

En cualquier caso, hicimos el trayecto mi mujer y yo solos con todo el barco para nosotros, así que, mas allá de que nos habían tomado el pelo, disfrutamos del paseo como una experiencia más en nuestro viaje a Tailandia.

 

Un Paraiso de Contrastes

Tailandia es un Paraiso de Contrastes, desde la colorida y vibrante Bangkok, hasta las montañas del norte en Chiang Mai, pasando por la riqueza cultural que podemos admirar en complejos arquitectónicos como Sukhothai, o Ayutthaya, en un estado de conservación envidiable, sin olvidar sus templos budistas, sus parques naturales y sus playas de arena blanca y aguas cristalinas como Krabi, Phi Phi Island, Phuket, Kho Samui o Ko Pha Ngan.

 

Tailandia ofrece una variedad de experiencias fascinantes para todos los gustos. Su cultura milenaria, templos dorados y exquisita gastronomía hacen de este país un lugar único en el mundo.

 

Una de las imágenes más icónicas de Tailandia son los majestuosos templos budistas que se encuentran en todo el país. El Templo del Buda de Esmeralda en Bangkok, situado en el Gran Palacio, es un lugar sagrado que atrae a miles de visitantes cada año. La serenidad y la belleza arquitectónica de estos templos te transportarán a un estado de calma y asombro.

 

Además, la belleza natural de Tailandia es simplemente impresionante. Las playas de arena blanca, las aguas cristalinas y los impresionantes arrecifes de coral te esperan en lugares como Phi Phi Island y la isla de Koh Samui. Aquí podrás relajarte bajo el sol tropical, practicar buceo o simplemente disfrutar de la serenidad de la naturaleza.

 

Sabooooorrrrr

La comida tailandesa es una delicia para los sentidos. Con su equilibrio perfecto entre sabores dulces, picantes, agrios y salados, la gastronomía tailandesa es reconocida internacionalmente. Desde los famosos platos como el Pad Thai y el Tom Yum hasta los exquisitos curries tailandeses, cada bocado es una explosión de sabores y aromas que deleitarán tu paladar.

 

El Pais de las Sonrisas

Más allá de sus paisajes y sabores, lo que realmente hace que Tailandia sea el «País de las Sonrisas» es la amabilidad y hospitalidad de su gente. Los tailandeses son conocidos por su cálida bienvenida y su espíritu amigable. Te recibirán con una sonrisa genuina y harán todo lo posible para que te sientas como en casa.

 

En resumen, Tailandia es un destino mágico que combina una rica cultura, impresionantes paisajes naturales, una deliciosa gastronomía y personas amables que te recibirán con los brazos abiertos. Un viaje a este país te sumergirá en una experiencia inolvidable llena de sonrisas y recuerdos duraderos.

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